Mundial 82

Mundial82
Oviedo ye Mundial

Mi hermano me presentó un día en el portal a su nuevo amigo, un chiquillo rubio que se llamaba Jorge. Estaba apoyado sobre la pared del portal balanceando su pierna derecha por fuera del escalón de entrada. ¡Hola! -me dijo- y mi hermano añadió: – ¡Le gustan “La guerra de las galaxias” y “Cristal oscuro“! – Y ahí me empezó a interesar este chaval, aunque era un poco más joven que yo, no importaba, era interesante. Por desgracia no le dejaban salir a la calle tanto como a nosotros, y su madre debía inquirir un poco qué clase de compañía éramos antes de permitirlo, así que en principio seguí a la búsqueda de alguien de mi edad.

Mientras la madre de Jorge nos investigaba a través del trabajo de mi padre, la escuela, la parroquia… yo permanecía taciturno. Mi padre pensó que se me pasaría con la llegada del Mundial de fùtbol, y ahí me llevó a ver un partido oficial esperando que me emocionara, pero resultó un tostón, Austria contra Chile. nada que ver con Evasión o Victoria. Y es que en Oviedo jugaban los peores, además de esos dos estaba Argelia en el grupo, mientras Alemania, la cuarta, jugaba en Gijón. Enseguida perdí cualquier interés por el mundial, por mucho que nos lo metieran en monedas, anuncios y dibujos animados. La mascota era lamentable, se llamaba Naranjito y no había quién se lo tragara. A España para más Inri la eliminaron pronto. Una cosa quedaba clara: el fùtbol no era lo mío.

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